Me alojé por un par de días para visitar el Palacio Real y la Plaza Mayor, y la ubicación fue perfecta, a solo unos pasos. La habitación era pequeña pero muy limpia y cómoda, lo que me permitió descansar bien después de un día paseando. Lo que más me gustó fue la calidez de la dueña, siempre dispuesta a ayudar con una sonrisa, lo cual hizo que me sintiera como en casa. El baño, aunque pequeño, tenía lo necesario, y la posibilidad de dejar mis maletas después del check-out fue un gran plus.

La ubicación es fantástica, cerca de todo lo que queríamos visitar como la Gran Vía. María Ángeles, la dueña, nos trató con mucho cariño y siempre estuvo dispuesta a ayudarnos. La habitación fue muy cómoda y aireada, incluso con el calor de Madrid. A los niños y a mi sobrino les encantó la cercanía al metro y los lugares turísticos.

A mi mujer le habría encantado tener más espacio en el baño.

Qué delicia de platos! Disfruté de unos mediterráneos en el cercano Vega que me dejaron salivando. La combinación de sabores fue una experiencia increíble. También, la atención de M. Ángeles es de 10, siempre lista para ayudarte. Por cierto, la cama, aunque un poco antigua, fue super cómoda y descansé como un rey. Perfecto para mis días en la capital.

Aunque el baño era algo pequeño y no me mostraron bien la cocina, realmente todo lo demás brilló. Había un ligero mal olor en el lugar, pero la calidez del ambiente y la atención compensaron lo poco agradable.

Recomendable para parejas que buscan comodidad

La dueña es una persona muy cálida, siempre dispuesta a ayudar, nos sentimos como en casa. Una mañana, nos sorprendió con pasteles frescos que preparó ella misma, estuvo increíble.

No fue barato, pero a pesar de eso, vale la pena por lo que ofrecen.

Excelente ubicación y atención

El lugar es genial, está súper cerca del metro y puedes explorar Madrid a pata. La dueña es un amor, siempre con una sonrisa y los detalles en la decoración te alegran el día. La habitación estaba limpia, con camas cómodas. Solo el baño era algo pequeño, un poco incómodo para ducharse. Pero, ¡volvemos seguro!

Ubicación excelente, a un paso de la Gran Vía. Habitación cómoda y limpia, con todo lo necesario. Dueña un amor, siempre dispuesta a ayudar. Poca privacidad en el baño, pero eso no quita lo bueno. Para el precio que pagamos, es una joyita.

La ubicación excelente, a solo unos minutos de la Gran Vía. El cuarto de baño es bastante pequeño, algo incómodo para ducharse.

La ubicación del hostal es excelente, a solo unos minutos de la Gran Vía. La dueña, María Ángeles, es muy amable y te hace sentir como en casa. La habitación es sencilla pero cómoda, con camas agradables y almohadas múltiples. La cafetera y el refrigerador fueron un plus que no esperábamos. El aire acondicionado funcionó perfectamente, lo que fue un alivio en los días calurosos. Sin embargo, el cuarto de baño es bastante pequeño, lo que puede resultar incómodo. hubo un problema con el ruido. se escuchaba mucho lo de los otros huéspedes, a veces es difícil dormir bien. En nuestra estancia, el ascensor se estropeó y fue un poco complicado subir y bajar las maletas. Aun así, la ubicación y el trato hicieron que la experiencia fuera positiva.

Todo increíble! Ubicación inmejorable, habitaciones limpias y confortables, atención excepcional del personal.

La ubicación, muy cerca del centro, es genial (puedes ir caminando a muchos lugares). La cama fue súper cómoda y me encantó la amabilidad de la dueña, siempre dispuesta a ayudar (¡un encanto! ).

El ruido nocturno puede ser molesto a veces (especialmente los fines de semana).